Albemarle sale al paso de SQM y prevé cuadruplicar producción de litio a 2022
Este indicador será clave ante la expansión de la cuota de SQM, que provocará un alza en la competencia.
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El mercado del litio se encuentra en pleno movimiento, más aún tras el cierre del acuerdo entre Corfo y SQM por el litigio que ambas partes tenían a raíz de los incumplimientos en contratos de arrendamiento del Salar de Atacama.
Sin embargo, a cambio de las condiciones exigidas por la agencia estatal, se le entregó a la minera no metálica una extensión de su cuota de extracción, con lo que a cambio de cuantiosas inversiones, que incluso superarían los US$ 1.000 millones, podrían llegar a producir en 2022 cerca de 216 mil toneladas de carbonato de litio.
Con esa capacidad de oferta y sumado a los proyectos que impulsan las seis empresas productoras más grandes a nivel mundial, se espera que en 2025 puedan haber en el mercado unas 900 mil toneladas de litio, a lo que se deberían agregar los volúmenes aportados por las más de 90 firmas juniors que se contabilizan en el mundo.
En ese escenario, los expertos de la industria auguran una fuerte competencia entre los actores, tomando una vital importancia la eficiencia en la producción, donde las faenas nacionales corren con ventaja, debido a los bajos costos que tiene producir litio a partir de la salmuera que es extraída desde el Salar de Atacama.
A este indicador apuntan en la norteamericana Albemarle, una de las dos empresas presentes en el salar de Atacama, que actualmente tiene en marcha una expansión para llegar a producir del orden de las 82 mil toneladas anuales, gracias al último acuerdo alcanzado en 2017 con Corfo y que terminaría de entrar en régimen a fines de 2019.
Para esto, la empresa tuvo que construir una nueva planta química en la zona industrial de La Negra, en Antofagasta, así como pasar de dos a cinco depósitos de salmuera en el salar, y así lograr utilizar los 442 litros por segundos de extracción de salmuera que tiene autorizada la firma desde la renovación del contrato que expira en 2044.
Sin embargo, y en este nuevo escenario de competencia, la norteamericana avanza en una nueva expansión para el que no será necesario aumentar el bombeo de salmuera, ya que gracias a nuevas tecnologías traídas desde Alemania, e inversiones que superarían los US$100 millones, le permitirián aumentar sus niveles de eficiencia en la producción del litio, pasando de un 55% actual, a un 63%, lo que representa uno de los más altos estándares de la industria y con lo que podrían llegar a producir 125 mil toneladas de litio. De conseguirlo, la empresa norteamericana llegaría a cuadriplicar la producción que alcanzó en 2017, la que estuvo en torno a las 30 mil toneladas.
El escollo que le resta a la ex Rockwood es conseguir la autorización de Corfo para el aumento de la producción, trámite que en un comienzo se vislumbró como de rápida solución, pero que con las intensas negociaciones entre los equipos de la agencia estatal y SQM, se terminaron entrampando. Es por esto que según trascendió, ya sería bajo la próxima administración de Corfo cuando se decida finalmente el futuro de Albemarle en Chile.
El propio vicepresidente de Corfo, Eduardo Bitran, ha señalado que están renegociando el contrato de Albemarle, en el que podrían pasar de un nivel de producción 80 mil a 140 mil toneladas.
Albemarle era uno de los candidatos para adquirir el 32% que tiene la canadiense Potash en SQM, pero quedaría fuera de carrera tras la conciliación entre Corfo y la minera ligada a Julio Ponce, en donde se incluyeron cláusulas en que SQM no puede tener relaciones comerciales con firmas que operen en propiedades de la estatal en el Salar de Atacama.